Esta sustancia se evapora rápidamente sin dejar rastro, lo que la hace ideal para limpiar cristales, espejos, equipos electrónicos y otras superficies donde los limpiadores convencionales suelen dejar marcas. También es eficaz para eliminar la grasa de maquillajes.

Elimina la pasta térmica de los disipadores de calor y paquetes de circuitos integrados, como los de la CPU. Además, se puede utilizar para limpiar el teclado y la pantalla LCD de dispositivos electrónicos, incluyendo celulares.

También es útil para eliminar restos de pegamento de etiquetas adhesivas, aunque algunos adhesivos utilizados en cintas y etiquetas de papel pueden ser resistentes a él.

El alcohol isopropílico tiene propiedades desinfectantes y previene el crecimiento de microorganismos.

Para su uso en la limpieza de cristales y desinfección de superficies, se recomienda conservarlo en un lugar alejado de fuentes de calor y utilizar paños de algodón que no suelten pelusas. Basta con aplicar una pequeña cantidad del producto y frotar la superficie deseada. Al evaporarse rápidamente, no deja marcas, por lo que se puede finalizar el proceso pasando un paño seco o papel de cocina para dar brillo a la superficie.